Victor Botas fue un escritor asturiano de la generación del 68 mayormente conocido por su labor poética. Fue capaz de compaginar varios aspectos en su vida ejerciendo su licenciatura en derecho junto con sus labores literarias y su papel en la enseñanza.
En este caso nos centraremos en un anuncio que realizo para Pingüi, una tienda de ropa infantil.
El anuncio es la perfecta ejemplificación de algunos rasgos característicos del autor, que demuestra en este ejemplo, que aunque a primera vista parece un texto en prosa, podemos fácilmente identificar la delicadeza de los versos tras sus palabras y su ritmo.

En aquella Bagdad de Las Mil y Una Noches
un rico mercader de luengas barbas
quizás te ofrecería lentas ropas de púrpura
o sedas temblorosas, tan frescas como el agua.
Pero esto no es Bagdad ni tampoco nosotros
un rico mercader
(has de fijarte: en Pigüi
no tenemos siquiera un mal mostacho
que llevar a la boca).
Así que sólo moda
de esa «prêt-à-porter» podemos ofrecerte;
moda igual a la de
alguna que otra tienda —no son muchas—
de esta ciudad prosaica y burguesota.
(Bueno, igual del todo no:
lo nuestro —ya me entiendes —suele ser
un poquitín distinto).
Las Mil y una Noches es la primera alusión a la que hace referencia este texto, aludiendo a los cuentos que relata la propia obra.
Un rasgo característico de la poesía que aparece en este poema oculto es la adjetivación, haciéndose muy visible en frases como: sedas temblorosas o frescas como el agua.
La ironía es otro aspecto a destacar presente en frases como de luengas barbas que se contradice con no tenemos siquiera un mal mostacho que llevar a la boca.
Dado que el establecimiento para el que se hace el anuncio está en Oviedo, el autor hace referencia a ella con la frase esta ciudad prosaica y burguesota, que puede sonar divertida gracias ese sufijo tan desconcertante para el lector, pero divertido a la vez.
Los paréntesis son otro elemento que puede parecernos inusual, pero aquí son utilizados para dar un toque de confidencialidad y acercar al cliente al lugar, lo que nos corrobora la frase dentro del paréntesis: Lo nuestro —ya me entiendes— suele ser un poquitín distinto. La palabra poquitín puede parecernos inadecuada, pero no lo es en absoluto, de echo es utilizado de una manera muy hábil con doble función, ya que es un diminutivo muy utilizado en la región pero también se puede identificar con una manera de hablar infantil, que entra dentro del propósito del anuncio, ya que, el anunciante es una tienda de ropa para niños.
A pesar de que en un primer momento pueda parecer que este anuncio no consigue su propósito, lo cierto es que el impacto que causa en quien se para a leerlo es efectivo, ya que gracias a su formato y a su peculiar uso de las palabras el autor capta
nuestra atención.
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